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El informe GEM, que en el país elabora la UDD, revela que el porcentaje de la gente adulta que declara estar en la fase inicial de alguna actividad emprendedora es de 23,8%.

Aunque marginalmente, por tercer año consecutivo la actividad emprendedora cayó en Chile. Así lo muestran los datos de la última edición del Global Entrepeneurship Monitor (GEM) que elabora la UDD y que revela que el porcentaje de la población adulta que declara estar en la fase inicial de alguna actividad emprendedora (TEA) se sitúa en 23,8%, lo que representa una caída en relación con la edición 2016 (24,2%) y 2015 (26%). Eso sí, con los datos de 2017, el país logra subir un puesto y se sitúa en el quinto lugar del mundo.

Según explica Vesna Mandakovic, directora académica de GEM Chile, el descenso no es dramático y por ello prefiere hablar de que la tasa se ha estabilizado en torno al 24%. Así, prefiere enfocarse en otros aspectos que muestra el informe, como el índice motivacional, que representa el ratio entre emprendimiento por oportunidad y necesidad, y que en Chile es de 2,3 veces. “En los países de Norteamérica este ratio es de 5,2 veces por oportunidad sobre necesidad y en Europa es 3,4 veces. Chile, por su parte, tiene un ratio levemente superior al de otros países latinoamericanos”.

Asimismo, Mandakovic destaca que en esta edición aumentó la percepción del emprendimiento como una opción de carrera deseable entre la población adulta, ya que 74% de los encuestados considera que el emprendimiento es una opción. “Ese porcentaje es muy superior al de las otras economías basadas en la eficiencia -segmento en el que se clasifica a Chile y que promedia 66%- y también respecto a nuestra propia medición del año anterior”.

Chile también aparece bien posicionado en variables como la percepción de oportunidades al emprender o en intenciones emprendedoras. En el primer caso, el país se ubica en el puesto 11 entre 54 países, en un listado liderado por Arabia Saudita y Suecia. En el caso de las intenciones, Chile está en el séptimo lugar, en un ranking encabezado por los Emiratos Árabes Unidos.

Otro índice donde Chile retrocedió en comparación con el año previo es el que mide el miedo al fracaso y donde anotó una tasa de 29,4%, ubicándose en el lugar número 11. En 2016, esa cifra llegó a 26%, dejando a Chile como el quinto país con menor miedo a fracasar. Si bien ese porcentaje podría ser considerado como un retroceso, en la práctica los datos muestran que los países que atraviesan por turbulencias económicas baja el miedo a fracasar debido a que los emprendedores tienen poco o nada que perder. “Chile sigue presentando una muy buena evaluación sobre las políticas y programas de gobierno que promueven el emprendimiento, ocupando la posición más alta entre los países latinoamericanos, y entre los 15 países mejor evaluados entre los 56 que participaron en 2017. Sin embargo, preocupa la percepción de deterioro en las oportunidades para desarrollar nuevos negocios que se ha venido observando en los últimos años”, señala Hernán Cheyre, presidente de la Global Entrepreneurship Research Association.

El también director del Instituto de Emprendimiento de la UDD dice que en las mediciones relativas a las transferencias de I+D el país aparece consistentemente con resultados negativos, y muy por debajo del resto del mundo. “Este año no es la excepción respecto de lo primero, pero se advierte una mejoría en la tendencia de los dos últimos años. El porcentaje de expertos que declara que las nuevas tecnologías y la ciencia se transfieren de forma eficiente desde universidades y centros de investigación públicos hacia las nuevas empresas pasó de 13% en 2015 a 24% en 2017. Este cambio de percepción es importante, aunque es una materia en la que falta mucho por avanzar, no solo a nivel de nuevos emprendimientos, sino en la economía como un todo”, señala Cheyre.

Un nuevo indicador

En la edición 2017 del estudio debutó el denominado ranking GESI, que compara el espíritu emprendedor entre los países y que se construye usando tres factores que se miden en la población adulta: la capacidad de identificar oportunidades, la autoeficacia (competencias y habilidades para emprender) y si el individuo conoce a algún emprendedor. Chile se ubica en el puesto 10, compartiendo lugar con países como Israel y Holanda. “La buena posición que tiene Chile está asociada al esfuerzo que se ha realizado por crear y generar un cultura de emprendimiento e innovación, que ha permeado la actitud de los chilenos”, dice Cheyre.